La última partida jugada terminó cuando, como “Utensilios de cocina”, y con la letra “A”, se empeñó en que se le aceptase: “Un alambre que tiene mi madre para cortar el flan”.
Pues bien, siempre me trae a la memoria esa inverosímil, pero completamente cierta anécdota, la manía que tienen los conspiracionistas por pretender que el comisario jefe de los Tedax cuando sucedieron los atentados del 11-de marzo de 2001, Juan Jesús Sánchez Manzano, guardó, en la cocina de su casa particular, la mochila llamada “de Vallecas”.
Parece mentira pero, cuatro años después de los atentados, y tres después de los hechos que vamos a relatar, aún sigue habiendo gente que lo afirma. Antes de rastrear en la historia, vamos a preguntarnos ¿Es razonable pensar que un Comisario Jefe se lleve a casa un objeto tan engorroso y voluminoso, tan importante para la investigación, pero tan inútil para él, como una mochila – prueba? ¿Con qué fin puede llevarla a casa? Si su intención es hacerla desaparecer, u ocultarla ¿para qué llevarla a su cocina? ¿No hubiera sido más fácil arrojarla a un vertedero, al mar, enterrarla, o incinerarla? Y ¿por qué en la cocina? ¿Qué tenía en la cocina para dejar allí esta prueba, al alcance de su familia, su asistenta (si contaba con una) visitas de familiares o amigos, etc?
Pensar en estas preguntas ya nos debe hacer caer en la cuenta de que la versión de la “mochila en la cocina” durante varios meses (nada menos que dos años) es absolutamente inverosímil. Y que, quien la utiliza como chanza, pero permitiendo que sus interlocutores lo crean, es un malvado por difamar injustamente a un ciudadano, al tiempo que quien se lo cree de corazón, roza la debilidad mental.
Buscando en los medios de comunicación hemos encontrado (gracias, Mangeclous, por el enlace) el inicio del absurdo cuentecillo. Se trata de una conversación durante la emisión del día 14 de Marzo de 2006 en “La Linterna”, de la COPE, programa presentado y dirigido por César Vidal y en el que participan, además de Vidal, Gabriel Albiac, Luis del Pino y Margarita Mayoral, que presenta las noticias de “El Mundo”.
Durante los días anteriores, “El Mundo” ha informado con todo lujo de detalles (aunque con poca escrupulosidad) que el inspector Miguel Ángel Álvarez, encargado de la recogida de objetos en la estación de El Pozo, ha dirigido un escrito-informe al juez instructor, Juan Del Olmo, en la que afirma no poder hacerse responsable de la cadena de custodia de todos los objetos recogidos en “El Pozo”, entre los que posteriormente se hallaría una mochila llena de dinamita GOMA-2 ECO, sin explotar, que sería una de las claves de la investigación.
No es extraño que el inspector no pudiera comprobar personalmente la recogida de todos los objetos, pues, concretamente, parte de ellos se recogieron mientras él se había retirado a descansar.
Quiere también señalar que cuando ha afirmado que esa bolsa de deportes no la vio en la Comisaría de Distrito de Puente de Vallecas es porque no está presente en el recuento ni tampoco después en las maniobras o actuaciones de desactivación de dicha bolsa explosiva.
...recuerda una bolsa de deportes de estilo antiguo que no vio en la Comisaria de Distrito de Puente de Vallecas, mientras que estuvo el dicente, aunque quiere señalar que no estuvo hasta el final, pero que al salir en los medios de comunicación sí la vio reflejada como la que supuestamente portaba el artefacto explosivo desactivado en la Comisaría de Puente de Vallecas..
En realidad no es extraño, puesto que se había producido un error, y la mochila presentada para su identificación por Miguel Ángel Álvarez no era la que él vio en “El Pozo”, sino otra que la UCIE había comprado un tiempo después, para hacer ciertas comprobaciones. (pg. 7 y ss.)
No entra dentro del objetivo de este comentario investigar las razones de este error. Lo importante es que el Comisario Sánchez Manzano, enterado del error cometido, se puso en contacto con el Juez Del Olmo, para informarle de que la auténtica mochila de “El Pozo” estaba custodiada, junto a las muestras de los focos y todas las demás pruebas, en los almacenes de pruebas de los TEDAX, donde permanecía desde que los investigadores terminaran su trabajo con ella, aguardando que fuera reclamada por los jueces.
Y es que habrá que decirlo una vez más. La mochila, como las muestras de los focos de explosión, y miles de otras pruebas, son estudiadas por los invetigadores científicos, expertos en balística, forenses, etc, que elaboran informes que son remitidos el juzgado. Una vez concluidos esos informes, las pruebas quedan almacenadas bajo custodia policial hasta que el juez correspondiente vuelva a solicitarlas, sea para realizar nuevas comprobaciones, sea para presentarlas en el juicio, o con cualquier otra finalidad. No se la lleva el juez a su casa, ni queda en el juzgado de instrucción, que bastante apretados están ya.
La mochila, pues, no estaba "olvidada", no se "ocultó", no se "perdió", ni nada aprecido. La mochila había sido estudiada, extrayendo los datos más interesantes y necesarios para la investigación, y permaneció en todo momento bajo custodia policial.
No sabemos cómo se enteró Sánchez Manzano que había reclamado la mochila. “El Mundo” presume que lo leyó en sus páginas, pero no hay constancia de ello.
Leamos cómo informa “El Mundo” de este último punto:
El pasado lunes, el juez Del Olmo recibió una llamada del comisario Manzano, jefe de la Unidad Central de Desactivación de Explosivos. Manzano se había enterado por una nueva información de EL MUNDO de que el inspector jefe Alvarez no había reconocido «la bolsa de Vallecas». El comisario aclaró al juez que la auténtica mochila bomba se encontraba depositada en su unidad.
«Al objeto de aclarar lo sucedido y resolver lo procedente», prosigue Dívar, «el magistrado-juez indica al comisario que proceda a ordenar el traslado urgente a dependencias judiciales de la bolsa» desactivada en Vallecas.
Margarita Mayoral: El Comisario Manzano, Jefe de los Tedax, telefoneó anteayer al juez para decirle que la que la bolsa que contenía la dinamita y el móvil seguía en su poder dos años después del 11-M.
Gabriel Albiac: ¿En su poder?
César Vidal: ¿En su poder? O sea… ¿se la llevó a casa, como el que se lleva un souvenir?
Gabriel Albiac: Pero ¿cómo? No es… ¿No está en manos del juez?.
Margarita Mayoral: No. La original no.
Luis del Pino: Si es que, estamos hablando…
César Vidal: ¡Ah! O sea… ¿Esto es como el Archivo de Salamanca, o sea… se llevan… se llevan lo mollar y dejan la copia? Jo, o sea, yo de verdad… Es que no me puedo creer la … A ver, a ver…Repítalo usted.
Sin embargo, cuando César Vidal empieza conlas cuchufletas, ni Margarita Mayoral, que trae las noticias, ni los demás, que también las han leído, le corrigen, ni después reconocen ante sus oyentes la realidad.
Posteriormente a este programa se produce una progresión de la pesada broma, añadiendo nada más y nada menos que la mochila estaba "en la cocina". Resulta difícil decir quién se lo inventó, aunque se sabe que en el programa "Federico a las siete" del día 20 de Marzo de 2006 (Gracias, Acorrecto), Federico Jiménez Losantos ya andaba metido a marmitón.
" ¿Por qué salta Gallardón defendiendo al juez? A ver ¿por qué defiende al juez? Porque durante 17 meses le ocultan pruebas? ¿Porque la Policía lo lleva como un minguillo de aquí para allá? ¿Porque la instrucción del sumario la dirige la Policía? ¿Porque el jefe de los Tedax se guardó la mochila de Vallecas en la cocina de su casa?... ¿Para qué?"
Y la cosa no se detuvo en simples bromitas de clerigalla, o de Frente de Juventudes, que no sé porqué siempre me ha parecido que son las que más les gustan a los personajes que pululan por la COPE. Las mentiras que creó "El Mundo", pero que hincharon esos virtuosos sopladores del vidrio de la falsificación que son Jiménez Losantos, Del Pino y Vidal Manzanares el Malo, llegaron a ocasionar una estruendosa metedura de pata de Mariano Rajoy Brei, líder de la oposición, que empeñó, y no sería la última vez, su prestigio por seguir los cantos de sirena de estos dupongos mediáticos.
Pero es que lo deleznable, seguido de lo ridículo, no se quedó allí. La propia tonteoría (sueño con que algún día quede registrado este neologismo en el DRAE, con una fotografía al lado de Luis del Pino) de la mochila en la cocina halló refugio y acomodo en el Congreso de los Diputados, de mano de Jaime del Burgo. Pueden hallar su minuto de "gloria" en el Diario de Sesiones de la Diputación Permanente del Congreso del día 8 de Agosto:
Mas tarde el Sr. Sánchez Manzano nos dejó a todos estupefactos cuando se descubrió que la mochila de Vallecas no estaba en el Juzgado de la Audiencia Nacional sino en la cocina de su casa.
Enhorabuena por el arranque, chavalote. Y por el nombre, Robin del desierto. Mi último perro se llamaba Robin Hund (en alemán, Hund = perro), así que me toca de cerca.
ResponderEliminarSaludos desde el infierno invernal helvético.
Hablando de nombres... Liberto ha side convertido en Natrón.
ResponderEliminarGracias, amigo mío.-
ResponderEliminarPor el momento hay material para ir sacando poco a poco unos cuantos comentarios.
Luego, sin duda, aflojaremos la marcha (aunque pueda dar otra impresión, tiendo a la pereza y a la buena vida...)
Te he dejado varias fotos en el foro que pueden ilustrar el post.
ResponderEliminar¿Tienes claro cómo usar los álbumes web de picasa? Ya tienes uno, Robin´s Desert, donde se guardarán las fotos y puedes reutilizarlas o usar distintos tamaños.