sábado, 28 de marzo de 2009

LA MOCHILA VIAJERA (II): EL INSPECTOR JEFE Y SU MEDALLA

Vamos a continuar donde lo dejamos en la entrada anterior. Los bultos de "El Pozo" están en el andén, de donde van a partir, en breve, para su particular odisea.

Hemos visto en la entrada anterior, cómo existen contradicciones sobre si los TEDAX revisaron, o no, los bultos del andén. El TEDAX nº 65255 y el nº 54868 dicen que sí lo hicieron, la declaración del Inspector Jefe Álvarez parece sugerir que no. Y el informe de Jorge Zurita Bayona, Comisario del Cuerpo Nacional de Policía, jefe de no sé cuantas cosas (Pg 818, 135 de este Tomo 4 del Sumario), hace dudar de la minuciosidad de las revisiones que hacían los TEDAX en los bultos poco sospechosos.

En todo caso, lo que parece muy claro es que los TEDAX no pueden asegurar que la mochila no estaba allí; como mucho, y aunque parezca de Pero Grullo, sólo pueden afirmar que no la vieron.

Nadie vio la mochila de Vallecas antes de que abandonara "El Pozo". ¿Nadie? ¿Estamos seguros?

El Inspector Jefe Miguel Ángel Álvarez, que tuvo un destacado papel en los sucesos relacionados con los objetos de "El Pozo" y su animado trasiego en furgonetas, parece no opinar lo mismo.

El 25 de octubre de 2004, el Inspector Jefe Miguel A. Álvarez dirigió una instancia, parte de la cual (lo más interesante) podemos leer también en el Auto de Procesamiento (Pgs. 57 y ss) al Excmo. Sr. Director General de la Policía, en el que defendía su papel durante los hechos ocurridos el 11 de Marzo. El probable motivo de la instancia lo comentaré luego, pero lo más interesante es que, dicha instancia, de la que "El Mundo" tuvo noticia en Marzo de 2006, es decir, cuando Miguel A. Álvarez declaró ante el Juez Del Olmo, fue inmediatamente aprovechada por el redactor Casimiro García Abadillo, conspiranoico donde los haya, para titular: El inspector encargado de la custodia no puede acreditar que la mochila saliera de El Pozo

En realidad, la declaración del Inspector Álvarez, el día 9 de marzo de 2006 decía justo lo contrario. Las dudas que pudiera haber sembrado en su instancia las resolvió, a entera satisfacción del Juez Instructor, y de cualquiera menos torticero que García Abadillo, a quien no le importa, se ha visto, hacer justicia, con tal de que su amo venda periódicos.

Al ser interrogado, Álvarez reconoció que la razón de no haber visto la mochila entre los objetos que se sacaron de El Pozo no fue por no encontrase allí, sino, ni más ni menos, porque no había tenido ocasión de revisarlos (Álvarez usa la expresión "supervisarlos"), y ello por orden judicial:

Dichos objetos y efectos sacados del tren siniestrado no fueron supervisados por el Funcionario actuante, a pesar de su interés meramente profesional y tratando de evitar males mayores, debido a su gran y dilatada experiencia profesional, al no considerarlo oportuno la Autoridad Judicial competente presente en el lugar de dichos hechos.

Sin querer ofender la calidad profesional y la experiencia de Álvarez, es el Juez quien dictamina quién y cuándo se revisan los objetos. la investigación no puede estar pendiente de que cualquier inspector decida revisar, en un momento dado, los objetos acumulados hasta entonces.

También reflejaba, en su instancia, la vigilancia que él, personalmente, con sus hombres, había hecho del proceso de sacar los bultos del tren y su posterior carga en las furgonetas,

...dicha Autoridad Judicial ordena y comisiona expresamente al funcionario actuante sea el responsable de todos y cada uno de fos objetos y efectos referidos y haga las pertinentes gestiones para que los mismos sean puestos a disposición del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional ... siempre bajo su control y supervisión recogiesen en bolsas de plástico de basura los aludidos objetos y efectos.

Todos los objetos y efectos recogidos ... por orden del Funcionario que suscribe fueron trasladados hasta unas dotaciones policiales uniformadas y dispuestas al efecto, ordenando a los responsables de dichas dotaciones policiales que las bolsas de plástico con los objetos y efectos fueran depositadas en la Comisaria de Policía de Villa de Vallecas, según había dispuesto la Superioridad.

Ésto parece zanjar el tema de la carga y descarga de bultos en la Estación "El Pozo". Respecto a la sorpresa del Inspector Jefe cuando averiguó que los bultos habían sido trasladados a IFEMA, quedará explicada en la siguiente entrada, como quedó en seguida para el Juez Inspector, pero por el momento diremos que se trató de un cruce de órdenes debido a una pizca de descoordinación, y que quedó completamente acreditada la cadena de custodia.

Los conpiracionistas también usaron malévolamente la afirmación, recogida en la instancia, de que...

... desde que salen las furgonetas de El Pozo hasta que el dicente se entera de que las furgonetas han ido al IFEMA pasaron como 2 horas...el dicente dejó de ver las furgonetas durante toda la tarde, desde que éstas salen de El Pozo hasta que las vuelve a recepcionar en la Comisaría (de Puente de Vallecas).

¡Claro que las dejó de ver! Él, y todos los que no estuvieron en el trayecto que siguieron los vehículos. Pero no es eso lo importante, sino si se rompió o no la cadena de custodia, y resultó que no, como veremos.

El propio Álvarez reconocía, en su instancia, que hasta donde él pudo comprobar, no existió trampa ni cartón.

Que en todo momento las furgonetas son las mismas y custodiadas por las mismas personas...

Que el dicente no pudo observar (no observó) que se hubieran manipulado los bolsones desde que se introducen en las furgonetas hasta que se descargan en Comisaria, e incluso nadie le indica ni reseña ninguna anomalía que estuviera fuera de lo común, nadie detectó nada que les llamara la atención

Pero ésto no fue recogido por el tramposísimo Casimiro.

Y, para rematar, aquí viene lo más importante. Porque el Inspector Jefe Álvarez, después de remitir la instancia por la que había estado declarando, tuvo oportunidad de ver, en la televisión, la mochila desactivada, y recordó que él había visto una igual el día 11 de Marzo cuando cargaban bultos:

Quiere señalar especialmente que recuerda una bolsa de deportes de estilo antiguo que no vio en la Comisaria de Distrito de Puente de Vallecas, mientras que estuvo el dicente, aunque quiere señalar que no estuvo hasta el final, pero que al salir en los medios de comunicación sí la vio reflejada como la que supuestamente portaba el artefacto explosivo desactivado en la Comisaría de Puente de Vallecas, que en este momento quiere dar los detalles de la bolsa que vio en la Estación del Pozo que era de unos 50 cm. de longitud y unos 20 o 30 de alto, de color azul desteñido, con asa corta.

Esas características las asocia por que le llamó la atención que en el momento en que la ve en el andén de la Estación de El Pozo cuando iba a ser introducida en un bolsón, coincidió que tuvieron que cambiar la bolsa...

Poniendo la tirita antes de la herida, Miguel Ángel Álvarez aclaraba que no había visto la mochila en la Comisaría de Puente de Vallecas antes de su hallazgo... porque no estaba. Dejemos que sea él mismo quien nos lo cuente:

...señalar que cuando ha afirmado que esa bolsa de deportes no la vio en la Comisaría de Distrito de Puente de Vallecas es porque no está presente en el recuento ni tampoco después en las maniobras o actuaciones de desactivación de dicha bolsa explosiva.
Retengan también que la mochila fue a parar a un bolsón vacío, que tendrá su interés.

Y el clímax fue cuando se le enseñó la que el Juez del Olmo tenía por la mochila encontrada en Puente de Vallecas, y no la reconoció.
En este momento se procede a mostrarle la bolsa de deportes recuperada en la Comisaría del Puente de Vallecas, que es la que contenía el artefacto explosivo, a fin de que manifieste si es la bolsa que ha descrito anteriormente y que recuerda que vio en la Estación del Pozo y MANIFIESTA que no es la que él recuerda haber visto en la Estación del Pozo. Que por sus características no es.
¡Gran alborozo de Casimiro, que habla, y habla demasiado, canta victoria y vende la piel del oso antes de haberlo cazado!:

si Alvarez hubiera reconocido la bolsa que le mostró el juez, habría quedado prácticamente despejada una de las grandes incógnitas de este sumario

Pues resulta que lo extraño hubiera sido que Álvarez reconociese la bolsa, porque le habían traído otra bolsa que se había comprado para hacer ciertas comparaciones.

La bolsa era similar, pero no idéntica. Existen ciertas diferencias, que podemos leer aquí (Pg 6); la más visible es el material de guarnición que refuerza la bandolera, que es de forma y color diferentes en ambas bolsas, y también destacaría que Miguel Ángel Álvarez, en la descripción de la bolsa, señala que es "azul desteñido". Dado que la bolsa comprada por la policía era nueva, sólo había sido usada en el laboratorio, mientras que la bolsa de Vallecas presentaba (para Álvarez) un aspecto "desteñido", puede haber ahí otro motivo por el que el Inspector Jefe no reconoció una bolsa parecida a la que él había visto en "El Pozo".

Recordemos que fue él quien, sin ningún tipo de presión externa ni sugestión de nadie, ("sin ayuda de nadie", podríamos decir)quien reconoció el parecido entre la mochila que contenía el explosivo y la que había visto él, y su reconocimiento tiene el punto a favor, además ser espontáneo, de estar mucho más cercano en el tiempo que la presentación por Del Olmo de la bolsa, justo dos años después.


En todo caso, el fallo en el reconocimiento no tenía la más mínima trascendencia, puesto que el Inspector Jefe nunca afirmó haber visto y retenido todos los objetos. El falso reconocmiento se trataba de un error, que prontamente quedó aclarado, como dice el Juez del Olmo en la página 71:

...de esa bolsa, con todos sus componentes, se realizó una precisa reseña otográfica, y soportó informe pericial por parte del Laboratorio Químico de la Comisaría General de Policía Científica, que no sólo por su descripción detallada y resultado de los análisis efectuados, sino por sus numerosas fotografías (generales y de detalle), ha permitido comprobar en sede judicial la existencia de dos bolsas de características casi idénticas (el resultado del Informe Pericial obra en las actuaciones y a él procede remitirse), que han quedado depositadas bajo la custodia del Sr. Secretario Judicial -habiéndosele mostrado al testigo Inspector-Jefe 16.132 para su identificación, por error ya suficientemente aclarado, no la bolsa real que contenía el artefacto explosivo recuperado en la Estación de El Pozo, sino la bolsa con la que se efectuó el análisis comparativo, que en ningún caso podía generar confusión alguna que llevase a distorsionar la posible identificación-

Obsérvese, en el párrafo citado, la profusa información que da Del Olmo sobre la pruebas realizadas, que no dejan lugar a dudas de hallarnos ante una prueba válida.

Entonces, Don Casimiro, subsanado ya el error ¿"ha quedado ya despejada una de las grandes incógnitas de este sumario", como pretenciosamente decía?

Temo que, para los conspiracionistas, toda prueba es poca.

Pero no es así para el Juez instructor, que acredita (y ahora sólo me referiré a la cadena de custodia de la Estación "El Pozo", que es de lo que trata esta entrada) que es una prueba completamente válida. Decía, pues, el Juez:

...se señaló a un responsable para el control y supervisión de dicha labor, quien en ningún momento ha afirmado (ni en la instancia cursada el 25 de octubre de 2004, ni en su declaración judicial) que viera, y mucho menos que recordara, todos los efectos recogidos.
...dicho responsable policial, testigo a quien se le encomienda una especifica responsabilidad, refiere en su declaración judicial que le llama la atención una determinada bolsa que por sus características (que describe) y momento en que advierte su existencia (al introducirla un empleado del SELUR en uno de los bolsones en los que se iban guardando los efectos para su traslado - llegaron a llenarse 17 bolsones-), se le queda especialmente en la memoria. Días después, tras ver los medios de comunicación, el testigo cree reconocer dicha bolsa como la que es expuesta en dichos medios como la bolsa que contenia el artefacto explosivo desactivado en el Parque Azorín (extremo que no recoge en su instancia del 25 de octubre de 2004).

Sigue añadiendo conclusiones, que veremos en las siguientes entradas, para terminar...

La cadena de custodia de evidencias la considera este Instructor no sólo aclarada y precisada, sino preservada, tal y como se ha reflejado hasta ahora, y concluye con las declaraciones que a continuación se exponen (complementadas con los Informes periciales emitidos por T.E.D.A.X. y otros Servicios Policiales),

Lo que será refrendado por la Audiencia Nacional, quien en la página de la sentencia dice:

No existe ruptura de la cadena de custodia. La prueba es auténtica.

El Tribunal no tiene duda razonable alguna sobre la autenticidad de la bolsa de deportes conteniendo un artilugio explosivo, que fue desactivada en la madrugada del día 12 de marzo en el parque Azorín de Madrid, ni de su procedencia: la estación de El Pozo.

Queda por aclarar un punto: ¿qué indujo a Álvarez a escribir la instancia, de la que se aprovecharon los conspiracionistas?

Pues, al parecer, se trata de un punto un tanto sórdido. El día 6 de Octubre de 2004, el Inspector Regional de Servicios de la Jefatura Superior de Policía de Madrid se reunió con los sindicatos para tratar de la concesión de diversas condecoraciones por la labor desarrollada por la policía en los atentados del 11-M. Al parecer, al ser informado de las condecoraciones ofrecddasel Inspector Jefe Miguel Ángel Álvarez, consideró que sus méritos no eran, suficientemente recompensados, bien porque no se le condecoraba, o porque se le condecoraba con una distinción de menor rango que la que creía merecer, y redactó y envió la instancia comentada.

Finalmente, el 23 de diciembre de 2004, el Ministerio del Interior concedió el ingreso en la Orden del Mérito Policial con una cruz con distintivo blanco de Miguel Ángel Álvarez, pero no era esa la distinción a la que aspiraba; el 13 de Junio de 2005 solicia la Orden del Merito Policial con Distintivo Rojo, que se le deniega. Todo esto viene explicado en este documento, y además de explicar por qué Álvarez escribió la instancia, nos permite descubrir dos mentiras más de los conspiracionistas:

  1. La instancia no fue retenida por la Jefatura Superior de Policía porque hubiera algo turbio que esconder en el hallazgo de la mochila de "El Pozo", sino porque los superiores juzgaron que estaba escrita en un clima enrarecido por los celos y el sentimiento de rencor, y no existían ninguna rotura de la cadena de custodia, como así se comprobó.

  2. Recientemente he escuchado decir en la COPE (Luis del Pino y César Vidal) que es imposible que Álvarez escribiera la instancia por el asunto de la medalla, ya que la instancia la escribió el Octubre de 2004, y Álvarez solicitó su medalla en Junio de 2005. Pero, como ha qudado demostrado, Álvarez sabía ya sobre el 6 de Octubre (las medallas se negocian con los sindicatos) que no iban a darle la deseada condecoración. La instancia está escrita, sin duda, tras saber que no le iban a conceder lo que ambicinaba. Otra cosa es si podemos saber a ciencia cierta qué animo guiaba al Inspector Jefe. En todo caso, sus jefes opinaron que la instancia se debía a la frustración. Frustración, por cierto, que si no me equivoco llevó a Álvarez a la dimision poco despues.

Los conspiracionistas, como de costumbre, mienten.

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