miércoles, 16 de septiembre de 2009

"LA METAMORFOSIS" por Pedro J. Ramírez Codina (IV)

(De capítulos anteriores: "El Mundo" publica que Carmen Toro, esposa del minero que proporcionó la dinamita para el 11-M, tiene en su agenda el teléfono de Sánchez manzano. En realidad el teléfono es el de un inspector de la UCIE, Jesús Parrilla. "El Mundo", que lo sabe, pide perdón a sus lectores, pero no a Sánchez Manzano.)

Bien. Ya sabemos quién dio el apodo "Manzano" y el teléfono de Canillas a Carmen Toro. También sabemos que, a partir de ahora, si no antes, las relaciones del periódico "El Mundo" con Jesús Parrilla serán estrechas. Por lo tanto, ninguna excusa puede tener el diario que dirige Pedro J. Ramírez para jugar a la confusión con este asunto ¿no? Veremos:

Sánchez Manzano tendrá también que aclarar por qué Carmen Toro, la esposa de Suárez Trashorras -el ex minero asturiano acusado de haber robado y vendido los explosivos utilizados en el 11-M-, tenía en su poder una nota con un número telefónico de las dependencias policiales de Canillas con la leyenda Manzano. Ese dato hizo pensar al juez Juan del Olmo que el número pertenecía al propio jefe de los TEDAX, aunque éste lo negó.

El artículo en que apareció este párrafo lleva fecha del 6 de Julio de 2004, cinco días antes de la declaración de Sánchez Manzano ante la Comisión de Investigación del 11-M. ¿Creían que estaba aclarado todo? ¿Creían que Sánchez Manzano podría dormir tranquilo, porque "El Mundo" ya se había enterado de que un inspector de policía había dado su nombre como alias? ¡Toma ya! Para "El Mundo" del 6 de Julio 2004, no sólo es Sánchez Manzano quien debe dar explicaciones, sino que no se hace ninguna referencia al episodio de Jesús Parrilla y Carmen Toro.

Información rigurosa y veraz, que le dicen.

Aprovechemos aquí para recordar que la semana pasada, la juez Lledó ha fallado en la Demanda de protección del derecho al honor, la intimidad e imagen de Sánchez Manzano contra varios de "El Mundo", estimando que, dada la amplia protección que las leyes españolas conceden a la Libertad de Expresión y Derecho a la Información, la especial relevancia del caso y la calidad de personalidad pública del demandante, una vez leídos los artículos en su integridad, sin deslindar las frases y comentarios objeto de la demanda, y a pesar de que algunos sean "hirientes, de mal gusto, desabridas y desafortunadas", no se puede considerar que dichos artículos sobrepasan los límites permitidos a la Libertad de Expresión, y por lo tanto falla desestimando la demanda íntegramente.

La sentencia no es firme, cabe recurso, pero he de advertir que yo, personalmente, no tengo ningún problema en aceptar que la sentencia no ha sobrepasado los amplios límites concedidos a la Libertad de Expresión por nuestras leyes actuales. Si esas leyes son perfectas, o pueden ser mejorables, es otro cantar. Porque también dice la sentencia que...
...ninguno de los artículos atribuye categóricamente al actor una manipulación intencionada de las pruebas o la Comisión de hechos susceptibles de constituir delito, pues no se afirma ello como un hecho cierto sino con potencialidad, como posibilidad presumible o presunta, lo cual está autorizado por el derecho a la libertad de expresión por mucho que pueda inquietar o disgustar al demandante, ya que es opinión que está basada en posibilidades que surgen de la interpretación de hechos veraces...
...y seguramente, desde el punto de vista judicial es verdad que no se hicieron acusaciones categóricas contra Sánchez Manzano, pero ustedes verán, en los siguientes capítulos de esta serie, si desde el punto de vista de la sociedad, eso es cierto o no . Si una persona que leía "El Mundo" pensaba que se estaba acusando a Sánchez Manzano como "mera hipótesis" o como "hecho probado".

Finalmente, antes de seguir, por si lee estas líneas alguien que no tenga ganas o tiempo de leer la sentencia, aclarar que la juez, aplicando la doctrina de tribunales superiores, no considera necesario que la noticia sea objetivamente cierta en todo su contenido para que sea veraz. Basta con que los hechos relatados sean ciertos en "esencia" y que los publicantes hayan demostrado "diligencia" en el conocimiento de la verdad... aunque las informaciones resulten falsas. En cuanto a las hipótesis construidas sobre dichas informaciones, ciertas o falsas, son lícitas hasta un límite muy alto, por estar amparadas por el derecho de libre opinión, en tanto no contengan expresiones "intrínsecamente vejatorias" y, además, "innecesarias" para expresar dicha opinión.

No hay, pues, ninguna intención de desacato en mis líneas. Ciñéndonos (por lógica necesidad de espacio) al tema de la anotación de Carmen Toro con el nombre de "Manzano", pretendo seguir exponiendo el relato de los hechos, siguiendo las informaciones de "El Mundo" y otros periódicos, para que sea el propio lector quien saque sus conclusiones de si el diario dirigido por Pedro Jota Ramírez, aunque sus informaciones no sobrepasen los límites judicialmente admisibles, fue veraz y verídico, en el sentido en que tradicionalmente lo entiende la sociedad, o bien publicó informaciones tergiversadas, sabiendo que lo eran, buscando con ello provocar el descrédito (lo que los sociólogos llaman "la muerte social") de Jesús Manzano.

Continuando con nuestro relato, Sánchez Manzano acudió, el día 11 de Julio, a declarar ante la Comisión de Investigación. Tiene su importancia que nos fijemos en que Sánchez Manzano no hizo referencia motu propio a lo que estaba publicando "El Mundo". El periódico publicó que Sánchez Manzano había llevado al Parlamento, de manera no pertinente, sus diferencias, y culpaba así de lo que sucediera al Jefe de los TEDAX. Nada más lejos de la realidad. Fue Jaime Ignacio del Burgo quien sacó el tema:
El señor DEL BURGO TAJADURA: Por último, señor Sánchez Manzano, tengo que hacer referencia a un asunto que probablemente es desagradable para usted, pero se ha publicado y hay una cierta —lo que ahora se llama— alarma social en relación con el asunto de los confidentes policiales...

...¿Cree usted que con esta información alguien ha querido dañar su reputación o qué es lo que hay en este asunto, que sin duda es enojoso para usted?
El señor COMISARIO JEFE DE LOS TEDAX (Sánchez Manzano): Usted lo ha llamado información, pero yo creo que eso merece otro calificativo que no voy a decir aquí. ¿Me explico?

El señor DEL BURGO TAJADURA: Muy bien. Es que, señor Sánchez Manzano, esa calificación que usted hace de esas informaciones se puede hacer de muchas de las que se han dado del 11-M. Esa es mi apreciación generalizada.

El señor COMISARIO JEFE DE LOS TEDAX (Sánchez Manzano): Yo solamente la hago por lo que se refiere a mí, porque calificar de información una cosa respecto de la que podemos acogernos al derecho y a la libertad de información no es adecuado. A las cosas hay que llamarlas por su nombre, porque la noticia contenía la verdad y luego se ponía un titular con cierta intencionalidad.
Vemos que Sánchez Manzano, en realidad, se queja de que, sabiendo la verdad, pues la publicaba en el cuerpo de la noticia, "El Mundo" había titulado de una manera falsa y perjudicial para él. También de que, tras una rectificación, que parecía dar el tema por zanjado, hayan vuelto a incurrir en las mismas falsedades:
El señor COMISARIO JEFE DE LOS TEDAX (Sánchez Manzano): Todos ustedes habrán leído el artículo y se habrán dado cuenta de que en el contenido del mismo viene la verdad de lo que ha pasado. Se cuenta cómo han sucedido las cosas y, sin embargo, en el titular se da de una manera distinta. Se hace una rectificación al día siguiente y a pesar de elllo ayer vuelve a salir. Comprendan ustedes que hable en este tono porque estoy un tanto indignado, porque los autores o las personas que han publicado eso no se dan cuenta del daño que hacen a mi persona, a mi familia y al entorno que me rodea, aunque eso no es lo más preocupante porque al fin y al cabo yo paso por una institución, soy Sánchez Manzano y me voy, pero queda la institución, y con ese artículo lo único que se está sembrando es la desconfianza de los ciudadanos en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
Lo que sigue es la explicación del incidente con el juez Del Olmo, que ya conocemos. Sánchez Manzano también pidió excusas por si era improcedente el lugar, y la situación, para hacer sentir su malestar, pero no pareció tal, pues varios parlamentarios le expresaron su comprensión, y aún su indignación.

Yo creo que aquí podemos observar un punto de inflexión. Lo que hasta ahora es, para "El Mundo", una historia, en la cual el apodo "Manzano" ha involucrado al Jefe de los TEDAX sin que él lo coma ni lo beba, se convierte ahora en una cuestión personal. Rencoroso, vengativo, el Director de "El Mundo" ha demostrado que nunca olvida una ofensa y no perdona una cuestión personal. En el caso de Sánchez Manzano, no se puede considerar, ni mucho menos, que Sánchez Manzano haya ofendido gravemente al periódico, pero "El Mundo" descubrirá que, además, el policía ha cometido algunas torpezas en el transcurso de la investigación, lo que aprovechará para cargarle con las culpas de todos los errores, ciertos o inventados, que se han cometido en la investigación en el terreno de los explosivos. Algunos, sin siquiera haber participado los TEDAX ni su jefe.

Comienza con la publicación al día siguiente, con la firma de Manuel Cerdán, de una reseña sobre lo ocurrido el día anterior en la Comisión:
El comisario jefe de los Tedax, Juan Jesús Sánchez Manzano, emprendió ayer, durante su comparecencia, un duro ataque contra EL MUNDO. El funcionario policial se quejaba de una información publicada en este diario sobre un incidente en la Audiencia Nacional que afectó a su persona.

...

El diputado del PP Jaime Ignacio del Burgo preguntó ayer al comisario sobre la información publicada en EL MUNDO: «¿Cree usted que con esta información alguien ha querido dañar su reputación o qué es lo que hay en este asunto, que sin duda es enojoso para usted?».


Sánchez Manzano aprovechó la pregunta del diputado para verter una serie de descalificaciones:

...

El comisario de los Tedax se mostró alterado e, incluso, elevó su tono de voz, pero reconoció que el contenido de la información era veraz: «Todos ustedes habrán leído el artículo y se habrán dado cuenta de que el contenido del mismo es la verdad de lo que ha ocurrido. Cuenta cómo han sucedido las cosas y, sin embargo, en el titular se da de una manera distinta».


...

Para terminar, el jefe de los Tedax dio su versión personal del incidente en la Audiencia Nacional. Sorprendentemente, sus explicaciones coincidían con la información de EL MUNDO.

Como es costumbre, "El Mundo" altera sutilmente la realidad, aunque no tanto como para que un lector avisado no se aperciba; no cita que los primeros artículos decían que la anotación de la agenda de Carmen Toro era "Sánchez Manzano", no citan (excepto para ponerlo en boca del propio TEDAX) que "El Mundo" sabía que ese apodo pertenecía a un policía de la UCIE; no citan que la rectificación de "El Mundo" no incluía excusas a Sánchez Manzano y, sobre todo, no citan que Sánchez Manzano no protestaba tanto por el cuerpo de la noticia como por el titular y porque, una vez aclarado el embrollo, hubieran vuelto a publicar la falsedad.

El caso es que la diana ya estaba fijada y los tiradores en sus puestos. No puede ser casualidad que, ese mismo día, aparecieran artículos como éste, de Agustín Yanel...
Zaplana advierte que si no lo hacen «será una prueba de que no tienen interés en descubrir la verdad» Considera poco creíble la explicación del comisario Sánchez Manzano sobre por qué la esposa de Suárez Trashorras tenía su apellido en su agenda.
... o éste, que desarrolla lo apuntado en el anterior...
El portavoz del grupo popular en el Congreso, Eduardo Zaplana, defendió ayer como «cierta» la información facilitada por EL MUNDO sobre los confidentes policiales que resultaron implicados en el 11-M y puso en cuestión la versión del comisario Sánchez-Manzano sobre la aparición de su segundo apellido en la agenda de Carmen Toro, la esposa de Emilio Suárez Trashorras, imputado por vender el explosivo a los terroristas.
«En este asunto», declaró Zaplana a preguntas de este diario, «lo importante es que la información facilitada por el medio es cierta». Y en este sentido, subrayó, «es evidente que el hecho de que un inferior utilice el nombre de su superior como alias para una persona de la calle, es una versión tremendamente rara y difícil de entender».
Es posible que el señor Zaplana hablase así por malmeter, por ejercer su labor de incordiar al Gobierno (con todo lo raro que pueda parecer, ya que a Sánchez Manzano le había nombrado el PP), pero es curioso que nadie se plantease pedir explicaciones al inspector que había elegido ese apodo, en lugar de al superior cuyo segundo apellido coincidía casualmente con ese apodo. Porque, bueno es recordar, Jesús Parrilla adoptó su nick antes de que Sánchez Manzano se hiciese conocido públicamente y, por otro lado, pertenecían a cuerpos distintos, no eran jefe y subordinado técnicamente, por lo que todo hace pensar que eligió esa palabra... por casualidad. Recordemos que su compañero usaba el apodo "Rubio", y... ¡anda que no habrá Rubios en Canillas! De hecho, trabajan varios miles de policías allí, así que no es nada raro que se hallen Manzanos ni Perales...

Pero la cosa no acababa aquí. El mismo día 8 de Julio se publicaba (y ésto ya es un artículo de opinión) ...
Quienes quieren colgarle al anterior Gobierno el sanbenito de mentiroso se precipitan. En primer lugar, porque la versión del jefe de los Tedax, Sánchez Manzano, de que ni él ni su unidad informaron de que la dinamita era Titadine, resulta difícil de creer.

Dos altos cargos policiales aseguraron ayer ante la Comisión que fueron notificados el mismo 11-M de que el explosivo era el habitualmente utilizado por ETA. El ex comisario general de Información, Jesús de la Morena, reveló que el hecho «determinante» por el que inicialmente se acusó a ETA fue una llamada recibida por el entonces subdirector general operativo, Pedro Díaz Pintado.¿De quién? Probablemente del comisario jefe de Seguridad Ciudadana, Santiago Cuadro, quien a su vez sólamente podría haber recibido ese dato clave de su subordinado directo, Sánchez Manzano. En esta misma dirección apunta la versión del jefe de la UCE de la Guardia Civil, quien ha señalado que hacia las dos de la tarde del 11-M recibió la noticia de que el explosivo era Titadine por un colega, a quien alguien se lo había dicho por teléfono.

Todo sugiere, pues, que Sánchez Manzano no dijo toda la verdad ante la Comisión, a la que, por el contrario, utilizó como escaparate para lanzar absurdas acusaciones contra EL MUNDO -dijo que «lo único que están sembrando» las informaciones que publicamos «es la deconfianza de los ciudadanos en las fuerzas de seguridad del Estado»-, sin por ello ofrecer una explicación verosímil acerca de por qué la confidente Carmen Toro tenía en su poder un papel en el que figuraba su apellido junto al teléfono de uno de sus subordinados
Obsérvese: en la primera parte de la información, se mezcla realidad (Díaz Pintado recibió una llamada y después informó a los asistentes a la mini-reunión de crisis de que el explosivo era "Titadyn con cordón detonante") con los burdos rumores (El jefe de la UCE, Álvarez Sola, dijo que un colega, al que no identificó, había recibido una llamada de alguien que le había dicho que era "Titadyn") con las deduciones viciadas (sólo pudo ser Sánchez Manzano), que luego se revelarán, como no puede ser de otra manera, falsas.

En la segunda parte, la que atañe más directamente a este hilo, ya nos hemos desmadrado. Recuerden que "El Mundo" conoce ya la verdad del caso "Agenda de Carmen Toro", que ha publicado él mismo. Pues bien, ya no es "un teléfono, que dio un policía de otra unidad, al lado del cual figura un apellido que coincide con el segundo de los suyos". Todo lo contrario. Tenemos "su apellido, al lado del cual figura el teléfono de uno de sus subordinados".

Estarán de acuerdo en que lo de insistir en que Parrilla era "subordinado suyo" no es, ni mucho menos, inocente. tan subordinado era como un sargento de artillería de un Capitán de Navío. Le debe el saludo, pero ¿qué relación hay?

A partir del 8 de Julio de 2004 se puede apreciar, en definitiva, el cambio de postura de "El Mundo" hacia Sánchez manzano. De "mira qué casualidad, coinciden los apellidos, a ver si lo aprovechamos", a "¡nos ha atacado, debe morir!".

Antes de pasar al siguiente bloque y por razones, también, estratégicas, cerraremos éste citando el resumen que Cayetana Álvarez de Toledo ofrecía semanalmente sobre los trabajos de la Comisión:
...Aunque para conductas sorprendentes ya está la de Sánchez Manzano al ser interrogado acerca de la información publicada por este diario de que Carmen Toro -esposa del proveedor de explosivos Emilio Suárez Trashorras- tenía una agenda en la que figuraba su segundo apellido junto a un número de teléfono correspondiente a una extensión del complejo policial de Canillas, donde están también los Tedax.

Manzano arremetió contra EL MUNDO, al que acusó de dañar a su familia y a su entorno, y de «sembrar la desconfianza de los ciudadanos en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado». Pero, a la hora de valorar el contenido de la información, no pudo más que reconocer su veracidad: «La noticia contenía la verdad y luego se ponía un título con cierta intencionalidad». Lo que no hizo fue ofrecer a la Comisión una explicación convincente de este hecho. Sánchez Manzano insistió en que «alguien de la UCIE» utiliza su segundo apellido como alias. La relación entre la confidente Carmen Toro y el comisario Sánchez Manzano también queda, pues, pendiente de ser aclarada.
La noticia sigue mutando. Sólo en este párrafo podríamos encontrar material para otro hilo, describiendo las manipulaciones condensadas, pero sólo me fijaré en lo más llamativo: ya no se cita ni al subordinado (que técnicamente no lo es), y sólo se pone"alguien de la UCIE"en boca de Sánchez Manzano, como una más que imprecisa alegación (que luego se califica como "no convincente", quedando pues como una excusa inverosímil) cuando se conoce, perfectamente la realidad de los hechos, y que éstos no tienen que ver con el Comisario.

A partir de ahora, para "El Mundo", la anotación era el apellido de Sánchez Manzano, y el teléfono era el de uno de sus subordinados. Y todo lo que diga Sánchez Manzano, excusa inverosímil.

Y si querían móvil para la persecución de "El Mundo" contra Sánchez Manzano, ya lo tienen.

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