viernes, 4 de septiembre de 2009

"LA METAMORFOSIS" por Pedro J. Ramírez Codina (I)


Atentos a los temas, mediáticamente más brillantes, de la metenamina y la recogida de restos por parte de los TEDAX, no hemos prestado la suficiente atención a una de las mentiras de "El Mundo" contra el honor profesional de Jesús Sánchez Manzano: que en la agenda de Carmen Toro se encontraba el teléfono del jefe de los TEDAX.

Sin embargo, esa falsedad -como veremos, no queda ninguna duda de ello-, que corre el peligro de pasar desapercibida, ilustra a la perfección, en realidad mejor que otras que se han aireado más, el vil proceder de los redactores de "El Mundo", encabezados por su sesgador en jefe, Pedro Jota Ramírez Codina. Pasemos a ello, que la vida es breve.

El 18 de Junio de 2004, el diario "El Mundo" publica un artículo, titulado "Carmen Toro tenía un teléfono con un nombre igual al del jefe de los Tedax", firmado por Casimiro García Abadillo, Subdirector del periódico, en el que antes de pasar al cuerpo de la noticia se destacan, ordenados, los siguientes puntos:
1. La Guardia Civil informó al juez de que a la esposa del minero confidente se le encontró una anotación con la referencia «Sánchez Manzano (Canillas)».

2. El propio magistrado advirtió que esos dos apellidos corresponden a los del comisario de la Unidad de Desactivación de Explosivos.

3. Del Olmo marcó personalmente el teléfono y le contestó un policía que investiga el caso a sus órdenes .

4. Este agente aseguró al juez que utiliza como seudónimo esos dos apellidos y que le facilitó a la confidente ese teléfono de contacto.
Como veremos existe un error importante en esta información, pues es "Manzano", y no Sánchez Manzano", la anotación de la agenda.

Por cierto: hay una cierta confusión sobre si el número teléfono figuraba como entradilla, anotada en la agenda, o apuntado en un papel, que a su vez estaría intercalado entre las páginas de la agenda. Dado que no existe diferencia práctica entre las dos versiones, en el futuro hablaré simplemente de "la agenda"

Es evidente que tal error, aunque sea involuntario, no carece de importancia. Pero, aunque creamos que Casimiro no se equivoca intencionadamente, ya desde el principio parece quedar claro que Sánchez Manzano no tiene nada que ver con el teléfono, la agenda o la propia Carmen Toro. El titular de la noticia parece pues, cuando menos, impropio, tratando de llamar la atención sobre algo que es falso. A Septiembre la Ética Periodística, Casimiro.

En el cuerpo de la noticia se amplifica el error de apellidos y, claro, se le concede a todo el asunto una importancia que no tiene:
El pasado miércoles, [Nota: el 16 de Junio; dos días antes] la Guardia Civil entregó un informe al juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo, que instruye el sumario, en el que, entre otras cosas, se contaba que en un registro a Carmen Toro, esposa del ex minero Suárez Trashorras, se había encontrado un papel en el que se hallaba escrito un teléfono fijo seguido de la referencia «Sánchez Manzano (Canillas)».

Algunas fuentes señalan que hay incluso grabada alguna conversación entre Carmen Toro y el hombre que figura como «Sánchez Manzano».
El error de equivocarse en la anotación es más importante de lo que parece, pues induce al lector desprevenido a preguntarse : ¿Habló Carmen Toro con el jefe de los TEDAX? Y lo que es más importante... ¿Por qué Carmen Toro habló con el jefe de los TEDAX, que no tiene ni por qué conocerla, ni de qué tratar con ella?

Para reforzar esta insinuación de que existe algo turbio en Sánchez Manzano se cita continuamente a Carmen Toro como "la esposa del confidente Suárez Trashorras"; y en Libertad Digital, que copia su información de "El Mundo" pero añade sus propios toques de creatividad manipuladora, se informa como "confidente". Lo cierto es que el papel de Carmen Toro en los atentados no pasó, en realidad, de ser la cónyuge, más o menos suspicaz, de los malos pasos en los que se metía su esposo; ni mucho menos fue el genio del mal que se describió, interesadamente, en ciertos ámbitos, y de hecho fue absuelta de los cargos que contra ella pesaban.

Sigamos con el artículo, y recordemos que, por entonces ya se sabía que un policía de la UCIE (es que hay que decirlo todo) había confiado a Del Olmo que era él quien se había entrevistado con Carmen Toro.
...Del Olmo se percató perfectamente, cuando la Guardia Civil le entregó su informe, de la relevancia que tendría para el caso el hecho de que Carmen Toro, una de las personas relacionadas con los explosivos y que, además, acaba de ingresar en prisión, tuviera en su poder el teléfono del jefe de los Tedax.

El juez preguntó al agente de la Benemérita si, efectivamente, se había comprobado que el número de teléfono allí apuntado se correspondía con el del comisario jefe de la Unidad de Desactivación. El agente respondió con una negativa. Así que el propio magistrado fue el que marcó el teléfono sospechoso.

Al otro lado de la línea, para sorpresa del juez, apareció la voz de una persona que se identificó como agente de policía. En efecto, se trataba de uno de los miembros de la Unidad Central de Información Exterior (UCIE) que está siguiendo el caso de los atentados de marzo a las órdenes del propio juez.

Preguntado por Del Olmo, el policía reconoció que había utilizado esos apellidos como un alias en ésta y en otras operaciones y que fue él mismo quien le dio su teléfono a la mujer de Emilio Suárez Trashorras antes de que se decretara su ingreso en prisión para que pudiera ponerse en contacto con él si recordaba algún detalle relevante para la investigación.

Caso resuelto ¿no? Salvo por el hecho de que es "Manzano" la anotación que figura en la agenda, y hemos quedado en que todo puede ser un error no intencionado de Casimiro, el asunto no se debería haber comentado más. Al menos por lo que respecta a Sánchez Manzano.

Sí, si...

Hay algo que parece, cuando menos, extraño, y es el hecho de que la Guardia Civil no comprobara, antes de remitir su informe a la Audiencia Nacional, si el teléfono en cuestión correspondía realmente o no al jefe de los Tedax.

Juan Jesús Sánchez Manzano lleva algo más de dos años al frente de dicho cuerpo. Comenzó su carrera profesional en la policía en el área de formación y, tras convertirse en comisario, fue trasladado a Pamplona. Posteriormente, trabajó en el sector privado y, finalmente, fue nombrado responsable de la Unidad de Desactivación, en la que cumple una eficiente función como gestor de la misma.

¿Alguien ha tendido una trampa para fomentar la idea de que en torno al 11-M existe una trama policial con ramificaciones en la cúpula del cuerpo? Esa es una sensación que flota en el ambiente.

En un primer momento, la investigación sobre los explosivos correspondió a la Policía Nacional, que contó con la colaboración de agentes del CNI (Centro Nacional de Inteligencia). Desde hace casi dos meses, es la Guardia Civil la que se encarga de resolver ese aspecto del caso.

Nótese que, en este primer artículo, no parece existir animadversión de "El Mundo" contra Sánchez Manzano. Aclarado que no es su número de teléfono, y que no tiene nada que ver con Carmen Toro, la atención de Casimiro parece centrarse en la posible rivalidad profesional entre cuerpos como fuente de mala eficiencia (tema recurrente y que, por desgracia, en muchas ocasiones no está completamente desprovisto de realidad) y, quédense con esta idea, la posibilidad de que alguien quiera complicar a Sánchez Manzano con falsas acusaciones.

Anotemos que quizás no es tan raro como dice Casimiro que el Guardia Civil que gestionaba el caso no relacionara el nombre que figuraba al lado del teléfono ("Manzano" y no "Sánchez Manzano") con el jefe TEDAX. Incluso, y puesto que estaba participando en la investigación, es posible que conociese al policía de la UCIE que usaba ese alias, y del que más adelante se hablará.

En todo caso, y aunque el juez Del Olmo sí hizo esta relación, puede deberse simplemente a que tenía citado al propio Sánchez Manzano, y lo tenía delante de él cuando hizo la llamada, como comentó Sánchez Manzano ante la Comisión de Investigación por el11-M:

...don Juan del Olmo me ha llamado para decirme que haga uso de lo que verdaderamente ocurrió sin ningún problema, lo cual es de agradecer.

Le llamo para llevarle unos informes periciales que se habían terminado en la unidad y se los llevo personalmente porque en este caso tal como se están produciendo los acontecimientos, se los llevo personalmente aunque tengo plena confianza en mi gente. Fíjense que de toda la información sensible que nosotros hemos manejado no ha transcendido ninguna, con lo cual el grado de responsabilidad de los TEDAX está más que acreditado.

Me dice que no vaya ese día, que vaya al día siguiente, porque tiene que recibir a los detenidos que había cogido la Guardia Civil en Asturias. Entonces voy al día siguiente y ese mismo día había acabado de recibir, porque había estado toda la noche trabajando, esa agenda en la que figuraba no un teléfono móvil sino un teléfono fijo, un teléfono fijo que corresponde al complejo de Canillas.

El juez me dijo: "Mire, viene aquí un teléfono y debajo la palabra Manzano".

Me lo muestra y le dije que ese no era mi número de teléfono, que sí que era de Canillas pero que no era mi número de teléfono. El juez lo que hizo fue llamar delante de mí a ese número de teléfono y alguien se puso al otro lado, y a mí me confirmó que era un apodo que se utilizaba desde hace años por un miembro de la Unidad Central de Información Exterior. Además, el juez anotó en un post-it amarillo las iniciales de Unidad Central de Información Exterior.

Yo me marché de allí tranquilo. El juez lo había comprobado y además en un post-it había puesto las iniciales de la Unidad Central de Información Exterior. Si alguien consultaba ya podía ver al lado las iniciales de la Unidad Central de Información Exterior. Me fui tranquilo.

Estando fuera de España recibo la llamada a las 7 de la mañana de que empiezan los debates en algunas cadenas de radio y que en El Mundo había salido eso publicado.
Los conspiracionistas gustan de usar la palabra "kafkiano" refiriéndose a las visicitudes judiciales que sufren sus recursos y peticiciones de reaperturas del Sumario. Sin embargo, el término hace referencia, más exactamente, a las situaciones, judiciales o no, en las cuales el protagonista se enfrenta a un mundo complejo, que se basa en reglas desconocidas, las cuales nunca llega a comprender

Con la publicación de la noticia el 18 de Junio de 2004, Sánchez Manzano comienza a sufrir el calvario de un hombre de honor que se enfrenta, sin haber hecho nada para merecerlo, y sin comprender porqué, a acusaciones sobre hechos delictivos de los que es inocente.

Jesús Sánchez Manzano puede ser el Gregorio de la Metamorfosis, pero Pedro Jota Ramírez, es el Frantz Kafka que crea el universo torturador para su personaje.

1 comentario:

  1. Leo a ratos perdidos su blog.
    Yo era uno de los "creyentes" en la conspiración, cada vez más despistado por cierto y mosqueado por los bandazos de los master conspiranoicos...
    Ahora esto empieza a estar claro.

    Ah, ¿no podrían incluir un enlace a imprimir en pdf? es para guardar y enseñar a los amigos..
    Muchas gracias por compartir su punto de vista.

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